El 8 de diciembre siempre se recuerda por el encuentro entre Don Bosco y Bartolomé Garelli, ¿Sabes silbar?. Pero no es el único inicio que se da en esta fecha, hoy exponemos otro.

Don Bosco, después de estar ya 3 años con el inicio del Oratorio en el Convitto. Recordemos que el Oratorio nació un día de la Inmaculada de 1841 con el encuentro entre Don Bosco y Bartolomé Garelli.

Pero esta vez no nos vamos a quedar en esa fecha. Avanzamos 3 años más, hasta 1844. En octubre de ese mismo año, Don Bosco es destinado a dirigir el pequeño Hospital de Santa Filomena y a predicar en la Obra del Refugio (institución benéfica fundada por la marquesa Barolo con la finalidad de salvar a “pobres muchachas, a las que la seducción condujo al error, y que, arrepentidas, buscan la paz de un lugar retirado”). Allí el Teólogo Borel le apuntó que su habitación serviría de sitio provisional para juntar a todos los jóvenes de su Oratorio.

Así lo hicieron, comenzó el segundo día de octubre, muchos de sus muchachos se trasladaron al barrio de Valdocco, al nuevo lugar para participar de las actividades del Oratorio. Se fue sumando gente del barrio también, el día de la festividad de Todos los Santos se juntaron más de 200 jóvenes para dos confesores. Borel hizo ver a Don Bosco que esto era inviable, no entraban todos entre la escalera y su habitación

Ante este problema se fueron a ver al arzobispo, quien bendijo la labor que hacían y les instó a hablar con la Marquesa Barolo, por si pudiera recolocar este Oratorio en otro lugar. Ella, muy caritativa, cedió dos habitaciones, que estaban destinadas a salas de estar para los sacerdotes del Refugio, para que se pudiera formar la capilla del Oratorio. Por tanto, aquí nació la primera Iglesia del Oratorio.

Esta Iglesia estaba destinada a San Francisco de Sales por dos razones:

  • La Marquesa Barolo tenía intención de fundar una congregación sacerdotal bajo este título, había mandando pintar a este santo en la entrada del local.
  • El ministerio entre los jóvenes exigía gran calma y mansedumbre, por ello se ponían balo la protección del santo, a fin de que obtuviesen de Dios la gracia de poder imitarle en su extraordinaria dulzura y en la conquista de las almas.

Casualidad, o no, el día 8 de diciembre de 1844, día de la Inmaculada concepción, con la autorización del arzobispo, se bendijo la capilla, se celebró la misma y comulgaron algunos chicos. En las Memorias del Oratorio cuenta Don Bosco como llegó hasta las lágrimas de emoción, veía que todo el trabajo llegaba a un Oratorio que parecía estable.

Equipo de pastoral escolar