Un acercamiento a la figura de este Santo a través de los testimonios de sus compañeros de trabajo

Artémides Zatti (Italia, 1880 – Argentina, 1951) fue un enfermero y religioso salesiano coadjutor, que durante cincuenta años se dedicó a la atención de los pobres y enfermos de Viedma, Río Negro. Allí dirigió uno de los primeros hospitales de la Patagonia argentina, que hoy lleva su nombre. En 2002 fue declarado beato y en 2022 santo de la Iglesia católica.

Para conocer la historia de Zatti más en profundidad, podemos buscar sobre ella, hoy quiero contar algunas anécdotas o historias que he leído sobre su vida y creo que pueden ser llamativas para acercarnos a la vida de este santo y conocerlo mejor en el “día a día”. 

Cómo hablaban de él los compañeros

  • Un médico, con serias dudas de fe, llegó a decir: “Frente a Zatti, flaquea mi incredulidad… si hay santos sobre la tierra ese es uno de ellos. Cuando estoy por tomar el bisturí en la sala de operaciones y lo miro a él ayudando en la operación, con su sabiduría de enfermero y con el rosario en la mano, el ambiente se llena de algo sobrenatural…”

 

  • Las enfermeras que alguna vez lo sorprendieron a las 05:30 de la madrugada, antes de la oración con la comunidad salesiana, postrado en la capilla y con el rostro pegado al suelo, en profunda oración, saben de dónde sacaba Zatti las fuerzas para seguir recorriendo la senda a veces áspera y difícil del servicio a los demás.

 

  • El Dr. Ecay, médico del hospital, le preguntó una vez: “Don Zatti, ¿cómo hace usted para estar siempre de buen humor?”. Zatti contestó: “Es fácil, doctor: tragando amargo y escupiendo dulce”. Tener un semblante alegre y responder con humor, aún en las circunstancias más difíciles, surge de un corazón que está en paz con Dios y se siente amado por Él, que sabe relativizar las situaciones, identificando qué es lo esencial.

Equipo de pastoral escolar